Para los diferentes participantes de la comunidad académica la incorporación de estas herramientas bibliográficaspuede potenciar la actividad intelectual, en tanto su uso una vezinternalizado, como señala Bossolasco (2018),“disminuye el costo cognitivo que se necesita para hacer búsquedasparticulares de ideas de autores, atender a las cuestiones formales de citación, pensarel lugar en donde se ha guardado un determinado recurso, establecer relaciones entrelos artículos que uno fue leyendo en función de diversos criterios (autores que se citan,líneas de pensamiento, hipótesis que se contrastan)”. A su vez permiten la activación de otros procesos cognitivos relacionados a la investigación al permitir el acceso de manera organizada a la información procesada por otros investigadores por medio de redes de búsquedas, referencias, y citaciones.
En este marco, la comprensión de los procesos de pensamiento no se restringe al análisis de las rutinas de cada individuo de manera aislada, sino que se amplía también hacia el sistema de asociaciones que se establece a partir del individuo trabajando con herramientas (o tecnologías)